Mi cuarto, mi espacio

Llega el momento en el que empezamos a notar que nuestros hijos nos dicen a cuatro vientos las cosas que les gustan, y nos damos cuenta de que su identidad comenzó a tomar forma. Y en ese preciso instante pensamos «¡Cómo han crecido!» y algunos de nosotros vamos un poquito más allá y decidimos que es hora de acompañar ese crecimiento con más cambios; mejor dicho, capitalizar de esa identidad para trabajar sobre su seguridad y construir cimientos sólidos que sostengan su niñez.

Como los chicos comienzan a estar preparados para hacer cosas solos y decidir qué desean hacer, es crucial que acompañemos esos nuevos derechos con responsabilidades, como lo es dormir solos.

Es un tema difícil para nosotras las mamás, porque sin importar qué edad tengan nuestros pequeños, para nosotras siempre serán eso, pequeños que necesitan protección, mimos, caricias y cuidado. Pero no se confundan, esos mismos niños que necesitaron cuidados las 24 horas, pueden abusarse de su posición y crecer en algunas cosas y no en otras, por ejemplo, pueden jugar a un jueguito de computadora o salir a patinar con amigos y después pedir dormir en la cama de sus papás. El asunto es que eso no tiene coherencia, cada derecho debe venir con una responsabilidad, y como nos cuesta a los de menos de 40 educar con límites, la idea de este post es buscar maneras más atractivas de conseguir lo mismo: QUE NUESTROS HIJOS DUERMAN SOLOS.

Como muchos de ustedes me cansé de leer libros con recetas mágicas, desde duérmete niño hasta no más lágrimas la idea es la misma, generar rutinas que den seguridad y refuercen ese proceso de construcción de identidad. Bueno, ¿Qué sucede si aprovechamos esa independencia para crear aún más independencia? Yo lo logré haciendo que mi hija amase su cuarto, por eso titule esta publicación «mi cuarto, mi espacio». A los niños les encanta sentir que tienen cosas propias, por eso comencé a invitar a mi hija a re-decorar su cuarto, para que sintiera que era un lugar donde plasmar sus gustos, sus deseos y sus juegos, y que no era algo impuesto, sino elegido por ella.

Por esa razón la invité a elegir su cama, a comprar su acolchado y hasta ponerle lucecitas al techo, porque de esa manera iba a desear estar en su espacio y dormir en su cama. Elegimos poner dos camas, una arriba y una abajo, de estilo montessori, para que yo pudiese acompañarla en la transición sin tener que estar siempre en la misma cama con ella. La cama de arriba tiene un techo en forma de casa y es donde ella decide dormir, es su espacio de juego también, y tener escaleras para subir la hizo sentirse grande y feliz. La cama de abajo está apoyada en el suelo, es cómoda y me permite acompañarla cuando lo necesite.

Tal es el amor que mi hija tiene ahora por su cuarto, que sólo, a sus cuatro años me dijo que no quería dormir más en mi cama, que quería estar en su espacio, en su dormitorio. Y así fue, tras colechar cuatro años non stop, hoy Ivy se mudó a su dormitorio, donde inicia el sueño leyendo varios cuentos y conmigo a su lado, y me llama a mitad de la noche si necesita reasegurar su situación. Si, no es cómodo seguir caminando como zombis cuando nos llaman a las tres de la mañana, pero es más que necesario acompañar esa transición. Cuando mi hija pide por mi yo voy, no la dejo llorar, y me quedo con ella en la cama de abajo, a veces, no miento, me quedo dormida, otras me vuelvo a acostar a mi cama.

Seguimos trabajando en esas despertadas que con el correr del tiempo seguramente se harán menos frecuentes, no obstante, hoy ella tiene su espacio, uno que reconoce y administra como tal, uno donde aprendió a hacer su cama y a preservar su orden, donde su libertad viene atada a las responsabilidades que le permiten ser dueña de su propio mundo.

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

Blog de WordPress.com.

Subir ↑

A %d blogueros les gusta esto: