Co-Sleeping/ Colecho

Casi todas las películas de niños de Hollywood empiezan mostrándonos la nursery del bebé, el lugar donde la mamá le cuenta un cuento, lo mece y lo deja solito descansando en su cuna. Tristemente esta imagen se globalizó y nos hizo creer a todos en distintas partes del mundo que era lo que había que hacer, entrenar a tu niño, como entrenar a tu dragón a que duerma solo desde la más dulce infancia. Bueno, varios estudios demuestran que en más de la mitad de las culturas del mundo no sucede este extraño fenómeno abandónico, que es muy propio de la cultura norteamericana.

Las estadísticas demuestran que aún en Estados Unidos, las mujeres de raza hispana o afroamericana tienden a practicar más el colecto que los caucásicos, para quienes es mala palabra. ¿Qué es el colecho? Es básicamente dormir con los bebés y no tan bebés en la misma cama que la mamá, y apapacharlos hasta que están listos para dejar el nido y dormir solos. Algo que sucede entre los 3 y los 5 años generalmente. El niño puede tener su cuarto, jugar en ese lugar, incluso dormir siestas, pero a la hora en la que baja el sol, duerme en la cama de mamá o papá. Si bien la Academia norteamericana de pediatría desestima el colecho por los riesgos de sofocación que este representa – básicamente la mamá o el papá pueden aplastar al bebé de noche, o este puede ahogarse con las mantas si es que hay muchas- , la realidad es que si tienes una cama lo suficientemente grande y eres madre consciente, te acostumbras a dormir en una pequeña franja vertical de 40 centímetros. Lo esencial es asegurarte de que el niño no pueda caerse con alguna contención, un barral, almohadones en el suelo, en la misma cama y demás.  Sin embargo, el colecho también resulta en una disminución de las posibilidades de muerte súbita, lo cual es muy consolador. En lugares como Japón, el colecho sigue la práctica del rio que cruza las dos montañas, básicamente se piensa que papá y mamá son tierra segura, y por el medio cruza un rio al que hay que dejar circular hasta que así lo decida. El concepto es muy lindo, sobre todo si pensamos que un pequeño no puede expresar en palabras sus emociones hasta ya entrada larga la infancia y no puede auto-calmarse de noche, lo cual hace que sin sus padres, se sienta sólo, atemorizado, desamparado y angustiado por demás. El lugar natural de un niño es con sus padres, obviamente uno no planea que estén en la cama hasta la adolescencia, pero sí, que lo hagan hasta que lo necesiten, siempre y cuando uno los ayude a cultivar su independencia por otros medios y les de la seguridad necesaria para que cuando se empiecen a sentir incómodos en la cama, busquen un lugar solitos.

Salvo en casos específicos o  en sociedades más tradicionales (Asia- Africa) generalmente compartir la cama con el bebé surge por un acto de necesidad, traducido en el cansancio de la mamá. El bebé se levanta a tomar la teta muchas veces por noche y la mamá decide que ya no puede levantarse más hasta la cuna y volverlo a acunar, entonces lo deja en la cama, donde es más fácil darle la teta y seguir durmiendo. La contra de todo esto es que el niño se ve tentado a alimentarse más durante la noche al compartir el olorcito a mami, lo cual a veces puede resultar en depravación de sueño. El Dr. McKenna afirma en un estudio que el colecho es una práctica completamente normal y básicamente era la regla hasta la época victoriana en la que comenzaron a enfatizarse ciertos valores normativos de la conducta que colocaron a los niños en otra habitación, y se empezó a practicar el entrenamiento de los niños, imperando la rigurosidad, la limpieza, y el orden ante todo. El orden industrial migró  a diversas culturas, sobre todo al mundo sajón, donde los niños comenzaron a dormir solos y a tomar menos teta por cuestiones prácticas, básicamente la productividad de los padres que podía ponerse en jaque.  Pero esta globalización, por suerte no se extendió a países como Filipinas, Japón, Korea, India, y varias naciones en Medio Oriente, donde el hábito de dormir con el pequeño sigue imperando, a pesar de a muchos les extrañe el hábito.

El colecho no es una práctica para todos, un estudio publicado por Amy Mao y Melissa Burnham entre otros en el año 2004 afirma que los niños de hasta 15 meses que hacen colecho se despiertan más por las noches que quienes duermen solos. La razón es evidente, en el entrenamiento el niño que duerme solo aprendió a no pedir nada, pues después de llorar vio que su necesidad no era satisfecha, el que duerme con los papás, se despierta porque sabe que alguien algo le va a dar.

Para más información vean este estudio del 2015 en donde se ilustra por país el porcentaje de personas que hacen colecho, muy interesante, si bien las muestras son pequeñas aquí en Argentina lo practica alrededor del 15% de la población.

https://www.researchgate.net/publication/298427230_Parent-child_bed-sharing_The_good_the_bad_and_the_burden_of_evidence

Un comentario sobre “Co-Sleeping/ Colecho

Agrega el tuyo

  1. Fueron momentos de mucho amor y descanso. En su cuna lloraba lo que no estaba escrito. Entre nosotros estaba más tranquila … y lloraba menos. Estuvo hasta los 8 años porque yo me salí de la cama para dormir bien por mi extremada facilidad para desvelarme, poder trabajar de noche en el ordenador y no molestar al acostarme a las 3 o las 4 de la mañana.

    Muchos nos decían que «hijo único, hijo tonto» en este caso niña, pero resultó todo equivocado. Nada de consentida o boba. Es una persona … bueno soy su padre etc, qué puedo decir. Orgulloso de mi hija.

    Y he leído lo de quitar pañal e ir sin ropa. Para los nenes no hay nada mejor. Es lo natural y punto. Ya irá tomando tabúes al crecer y ya se encargará de conservarlos o retirarlos.

    Me gusta

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

Blog de WordPress.com.

Subir ↑

A %d blogueros les gusta esto: