«Los chicos pequeños no entienden nada, no podemos hacer nada con ellos», es la frase de muchos papás de pequeños de entre 1 y 2 que no saben cómo integrar a los pequeños revoltosos y merodeadores a sus actividades cotidianas. Y sí, es dificil, los merodeadores circulan sin demasiado orden, hacen lo que su curiosidad les indica y siguen los parámetros de su propio descubrimiento del mundo. ¿Qué bebote de 24 meses se queda tranquilo en el super? ¿Que bebote de menos de 2 se queda pancho en su sillita de comer mientras mamá y papá disfrutan de la cena? No son muchos, no seamos utópicos, nuestros niños están saliendo al mundo, y están excitados por las nuevas aventuras que tienen que enfrentar cada día, nada de estarse quieto, ¿para qué?
Ante el desafio de seguir manteniendo en orden la vida cotidiana, cuidar a nuestros hijos, entretenernos y entretenerlos, hoy les planteo la siguiente frase: «Mami, papi, enséñame que puedo». No importa que edad tengan sus peques, ustedes tienen la obligación de utilizar la paciencia y la creatividad para enseñarles cosas que nos ayuden más adelante a forjar tradiciones juntos. Enseñar a hacer lo que hacen mamá y papá es sumamente satisfactorio para los niños, les da sentido de inclusion, les genera un propósito, ayuda a marcar rutinas y les permite entender el origen de las cosas. Piensen en algo tan básico como la Navidad. Es la época más linda del año y si les gusta decorar hay mucho por hacer en casa, empezando por armar el arbolito, preparar adornos, centros de mesa, y por qué no alguna que otra rica galletita de jengibre. ¿Estás perdiendo los estribos porque tu niño se empeña en sacar todos los adornos navideños del árbol? Entonces, ármalo con él. Con Ivana decidimos armar el árbol juntas, 3 generaciones, la abuela, la mamá y la pequeña. Sí, fue un gran desafío pero ella aprendió que en el árbol se cuelgan adornos. ¿Cómo? Bueno, mamá le permitió ver que había dentro de cada caja con decoraciones, sacamos las cosas una por una, nos divertimos con las guirnaldas, nos las pusimos en la cabeza, las hicimos girar; prendimos y apagamos las luces del arbolito para ver si funcionaban y pusimos música de navidad de fondo para movernos al son de las campanitas. Ivana estaba extasiada, agarraba los adornos y salía corriendo, pero sólo un rato, después volvía y los colocaba en el árbol porque mamá le había contado que Papá Noel trae regalos y sólo viene si el arbolito está bien decorado. Hoy, el árbol está intacto, ella juega a lo sumo con algún adorno que la apasione y lo vuelve a dejar en alguna rama. Acto seguido comenzamos a hacer adornos caseros con cartón, mamá dibuja y recorta, ivana pinta como puede pequeños papa noel y renos. No esperes que tu hijo pinte solo, ensúciate con el, toma las temperas o las acuarelas, coloca el agua en pequeños tarritos, tomen el pincel juntos y muéstrale cómo se hacen los colores. También pueden pintar con los dedos, es una gran opción que les divierte mucho. Seguramente en el medio sufras un poco porque el peque se dispersa o quiere pintar paredes, pero se sobrevive sentándose en el piso, poniendo hojas grandes de diario debajo del sector donde elegimos pintar, usando pinceles grandes y visibles y sólo dando dos para que el niño no tenga demasiadas opciones. Los adornos quedaron lindos, ayer hicimos la carta a papa noel. ¿Ivana qué querés que te traiga Santa Claus? Una queca dice a gritos mi hija…. en su idioma es una muñeca por supuesto. Entonces mamá tomó muchas revistas, y una por una fuimos mirando las cosas que le interesaban a Ivana y marcado, y recortando como collage hasta que la carta estuvo lista. Seleccionamos las imágenes: Una muñeca, una casa de muñecas y una bicicleta, agarramos plasticola e Ivy las pegó en una hoja que pintamos con témperas y que hoy está en el árbol, aclarándole a todos los visitantes que esperamos esos regalos en Navidad. No hay nada mejor que hacer con los hijos para lograr que aprendan, no aprenden de la nada, no esperen que aprendan de la television, aprenden de nosotros, y si queremos que crezcan sanos, que se sientan seguros y amados entonces tenemos la obligación de construir ese mundo con ellos desde la acción constante y el ejemplo.
En esta navidad arma el árbol con tu hijo, ensúciate, cocinen juntos, déjalos amasar por más que la casa quede llena de harina y levadura, prestales moldes de galletitas, hacele entender que las cosas tienen un origen y que ellos pueden ser parte de ese proceso creador, usa tu tiempo para compartir y brindar amor, cosecharás responsabilidad, dedicación y cariño.
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