¿Cuánta televisión puede ver un bebé? Es una de las preguntas que más nos trauman a los padres y sobre la cuál hay demasiada información en internet. La respuesta es básicamente de sentido común, no demasiada. Los niños copian las conductas de los adultos del hogar, por ende al hablar de televisión y niños, hay que ser francos y preguntarnos ¿Cuánta televisión vemos nosotros?
Antes de la llegada del bebé y después de un cansador día de trabajo llegábamos a casa, nos poníamos cómodos y prendíamos la tele mientras cocinábamos, antes de dormir veíamos alguna serie adictiva de Neftlix y terminábamos el día mirando las redes sociales en el celular. Ahora las cosas cambiaron, hay un niño en la casa y tenemos que aprender a ajustar nuestra conducta por su propio bien, muy a pesar de que nuestro bebé haya sido condenado desde la panza a vivir en la era de las pantallas y la tecnología invasiva.
Sería hipócrita de nuestra parte prohibirle al niño que vea la televisión, especialmente cuando las pantallas, televisores, celulares y computadoras parecen estar en todos los ambientes, lo que los hace muy atractivos para el bebé. Así que no digas simplemente ‘No, no puedes’, sobre todo si estás mirando las noticias en el celular mientras tu pequeño desayuna.
Si bien no estoy en contra de que los niños vean televisión, creo que la cantidad de tiempo que pasan frente a una pantalla debe ser menor a dos horas diarias. La televisión en todos sus formatos distrae muchísimo y genera adicción en el niño, una fascinación que evita que el pequeño conozca el mundo por medio de otros sentidos. Aún cuando miramos un documental de Nat Geo podemos ver ese efecto de concentración absoluto y casi un adormecimiento de los sentidos que nos obligan a considerar opciones de juego alternativas. En casa podemos contar con juguetes y hasta payasos, pero si la televisión está encendida el chiquitín se va a parar a mirar. Así que intenta balancear horas al sol, horas de lectura, pintura y otros juegos y sólo cuando no tengas más recursos disponibles enciende la caja.
La televisión es un buen recurso de aprendizaje, los niños pueden desarrollar más vocabulario y aprender habilidades con los programas correctos, así que tómate tu tiempo para elegir lo que quieres que vean. En lo posible elige cosas sanas, con color, que hablen con palabras que los chicos puedan utilizar, que enseñen buenos modales y los ayuden a construir vínculos con la realidad y conexiones mentales. En nuestro caso personal vemos mucho Peppa pig, con todas las controversias que tiene el show, y lo hacemos siempre después de las 6 de la tarde. Mi hija me toma la mano y me pide televisión y juntas vemos los dibujitos, o Frozen o Ballerina; pero cada tanto vemos ballet, porque ama ver la música y a los bailarines moverse con esa magia que los caracteriza. Cuando finaliza la hora de los dibujos y mamá tiene que cocinar, solemos dejar de fondo un canal como Animal Planet o Nat Geo, y de esa manera disfrutamos todos, aprendemos y le enseñamos algo del mundo animal.
Es muy importante no enseñarle al bebé a comer con televisión, porque es un hábito que se aprende rápido y cuesta abandonar. El niño se distrae con la tele y pierde el interés por la comida.
Entonces si estás considerando dejar a tu niño ver televisión recuerda, no demasiado, no más de dos horas diarias, y nunca sin supervisión. Intenta pautar una rutina diaria de consumo de TV, y crea una estructura que tu hijo conozca con horarios preestablecidos que le convengan a toda la familia. Elige con cuidado el contenido de lo que quieres ver y recuerda que no sólo se pueden ver dibujos animados; los niños aprenden rápido y no hay que subestimarlos, los shows con seres humanos reales y niños también pueden ser interesantes, siempre y cuando no sean agresivos y el contenido sea apropiado. Por último un consejo, una gran manera de compartir tiempo en familia y ver algo que a todos les guste es poner un documental de animales o naturaleza, así aprendemos todos.
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